“Temas como basura y seguridad debieran enfrentarse con triple coordinación regional”

  • La concejal Ximena Naranjo advierte que los problemas comunales requieren
    esfuerzos mancomunados. Expone como ejemplo el multimillonario contrato para
    recolectar la basura versus la queja ciudadana ante calles y aceras insalubres. Por qué
    una gran inversión no genera una ciudad impecable es la pregunta que reiteran los
    vecinos.
    Isabel Frías
    Periodista UC
    Quizás no todos los vecinos estén informados sobre el dato exacto, pero la recolección de la
    basura de la ciudad de Iquique se solventa con un contrato que supera los 5.000 millones de
    pesos. A todas luces se trata de una enorme cantidad de dinero, lo cual sin embargo no se traduce
    en una imagen impecable de sus calles y, además, el fenómeno de la falta de limpieza urbana
    genera ácidas críticas de muchos vecinos (y contribuyentes), polémicas soterradas por redes
    sociales y denuncias sin destino.
    Aparentemente, el quid del asunto es que nadie sabe –con exactitud– si lo correcto es denunciar
    la acumulación de residuos callejeros al personal de seguridad municipal, de aseo y ornato, a
    Carabineros, al Servicio de Salud, a la Seremia de Medioambiente. O más bien, el camino sería
    presentar un requerimiento al juzgado de Policía Local o un recurso de amparo en la Corte de
    Apelaciones.
    Sobre este controvertido tema El Longino conversó con la concejal Ximena Naranjo Pinto –de
    Derecha, aunque sin militancia política– quien llegó al concejo iquiqueño a fines de junio del 2021
    con el mandato de desempeñarse allí hasta diciembre del 2024. Ella, una conocida funcionaria de
    diversos organismos públicos regionales, se ha labrado una imagen vinculada a lo que se
    denomina “trabajo territorial”, y hoy marca presencia en 80 de las 138 juntas vecinales que
    posee la capital de Tarapacá: “Yo estoy en contacto semanal con los vecinos de la comuna
    y ellos mismos me comentan y reclaman porque en los barrios se alega porque hay mucha
    basura a la vista”, comenta.
    ¿Y cuál es el diagnóstico que tiene la gente que debe soportar situaciones sanitarias
    peligrosas frente a sus domicilios?
    –La gente de barrios antiguos o tradicionales de Iquique culpa a las personas y familias
    nuevas que se han instalados en la ciudad, proveniente de otros países. Alegan que no
    ellos no tienen hábitos de limpieza urbana. Afirman, textual, que ‘los extranjeros son los
    cochinos, que tiran los restos de comida y hasta hacen sus necesidades en plena calle´.
    ¿No es posible involucrar en este problema de la basura callejera a entidades sanitarias
    como el Servicio de Salud respectivo?
    –Sí, por supuesto, y en mi opinión es que en este terreno tiene que haber un trabajo en
    conjunto porque la Seremia de Salud depende del Delegado Presidencial. Tenemos que
    asumir que estamos viviendo en un Iquique que nadie conocía, que estamos en lo peor de
    lo peor, y para ello se requiere una coordinación de todas las autoridades involucradas en
    las soluciones, alcaldía, delegación y gobernación regional; porque las cabezas de estos

tres estamentos son del mismo sector que es afín al actual gobierno y esa afinidad debiera
facilitar soluciones mancomunadas.
De hecho, esas tres autoridades se coordinan en materias de acción política…
–Por supuesto que sí. Pero, qué le importa a la gente que se reúnan para coordinarse para
las próximas elecciones de 2024; personalmente quiero verlos a los tres coordinándose en
cuestiones operativas, en los asuntos de los extranjeros, de la limpieza, que resuelvan el
tema de las luminarias, incluso en temas de seguridad pública también podría colaborar
Mauricio Soria si se instala una mesa de trabajo.
Algunos apuntan a que el rol de los concejales se ha ido desgastando y que deberían fiscalizar
más.
–Eso es correcto. En el fondo nuestra labor es fiscalizar las presentaciones que nos hace la
administración en algunos temas y donde cada concejal ve si los aprueba o los rechaza.
Pero, a mi entender el verdadero problema está en la preparación y el profesionalismo
con que llegan los concejales. Quien se desempeña en este cargo debe asumir que deberá
estudiar, leer y perfeccionarse en materias bien técnicas y con muchas regulaciones legales. Estoy
hablando, por ejemplo, de una licitación pública, que no son asuntos que maneje el común de la
gente, partiendo por los dineros involucrados y siguiendo por qué puede ser visto por el Concejo
Municipal y qué no.
¿Cuáles son exactamente las licitaciones que analizan ustedes como concejales?
–Nosotros en las sesiones del Concejo Municipal podemos ver solo aquellas licitaciones
cuyos montos sobrepasan las 500 Unidades Tributarias Mensuales o UTM (casi 32 millones
de pesos aprox.). Por ese motivo, cuando un alcalde quiere hacer algo sin someterlo a la
opinión del Concejo, simplemente lo parcializa y se nos presentan dos o más licitaciones
distintas, esta estrategia que es una herramienta perfectamente legal, utilizada de manera
habitual por todos los municipios.
Denos un ejemplo de cómo se parcializan las licitaciones en esta comuna.
–…Supongamos que el alcalde quiere hacer un evento y entonces, por un lado, contrata la
Producción y, por otro, contrata el Evento en sí, cada uno valorados en menos de 500 UTM
(y el evento podría llegar a costar así 999 UTM). La mayoría de nosotros no se da cuenta
de este truco por así decirlo, porque no es tan evidente vincular esos dos contratos
presentados por separado y, por tanto, tampoco se reclama.
Una parte de la ciudadanía opina que hay trampas a la Ley Orgánica de Municipalidades
en todas las comunas y ejemplifican con el contrato de la basura.
–Lo primero que hay que decir al respecto es que la cantidad de dinero que hoy se gasta
en la recolección de basura de Iquique es una enormidad de dinero. Yo no voy a meter las
manos al fuego por nadie, pero lo que falta en este sentido y en todos los otros temas es
la fiscalización edilicia.
¿Y usted como concejal no tiene injerencia para fiscalizar ese contrato? ¿conoce su
texto, para empezar?
–Sí, conozco su texto, lo que dice, pero como concejal yo puedo pedir antecedentes de
cosas muy básicas como cuántas multas tiene la empresa. En cambio, desconozco cuántos
trabajadores involucra, ni tampoco sé si los camiones recolectores operan durante toda la

noche realmente. Pero, hay que ser justos y decir que esta situación comenzó con la
administración de Myrta Dubost y siempre son complejos estos contratos muy millonarios
porque generan demasiados comentarios y especulaciones.