Sr. Adolfo Vargas Jofré Director Diario El Longino de Iquique


Estimado Señor Director
Durante muchos años he visto con preocupación la falta de atención
efectiva a la salud de los chilenos, especialmente del pueblo de
Tarapacá, quienes se han visto perjudicados por distintas
problemáticas asociadas a ello.
Ejemplo claro de esto son las eternas listas de esperas (GES y no
GES), cuando me refiero a “eternas” hago alusión a que muchos
ciudadanos han fallecido esperando por una consulta médica con
especialistas o bien algún tipo de intervención, situación que
está por demás decir que es totalmente injusta.
Sin contar con otro tipo de espera, la espera de lo “imposible”,
ya que también se destaca un problema no menor: el cáncer, como la
leucemia, que, con una mezcla ambigua de preocupación y ligero
alivio, las personas que la padecen y necesitan de un trasplante
de médula ósea solo pueden acceder a este procedimiento mientras
tengan hasta 15 años, así está contemplado en el GES, dejando en
un abismo de abandono a aquellos que pasan ese límite etario. No
lejano a la realidad se encuentra el caso de una joven madre de
Tarapacá, quien con 21 años falleció esperando que se le otorgara
-mediante un recurso de protección- una oportunidad de ser
trasplantada y poder seguir con vida. Finalmente eso no sucedió.
Lo anterior es solo una de las tantas aristas y temas pendientes
de resolver en materia salud.
Otro de los problemas grandes a los que nos enfrentamos es al
desconocimiento, la falta de información respecto de temas
relevantes en esta área hace imperioso el poder profundizar y
socializar constantemente las leyes y normativas vigentes que
regulan el derecho y los deberes de las personas en atención a su
salud. Tanto en las Isapres como en el Fonasa se debe de
fortalecer más el trato digno a sus afiliados en el que se
involucre eficazmente el poder brindarles orientación acompañada
de la información legal correspondiente.
Sin duda alguna el camino recorrido por lograr mejoras en la salud
ha sido largo y costoso, pero aún existe la fe de que las mejoras
futuras puedan ser presentadas en un tiempo prudente y adecuado a
las necesidades latentes de las personas, recordando que para
muchos existe un reloj que corre en contra, donde cada día más que
transcurre y no se cumple con sus derechos de salud es un día
menos.

Elba Albadiz Escobar
Licenciada en Ciencias Jurídicas