El 27% de personas en la zona norte sufre de dolor crónico

● Al igual que en el resto del país, el sondeo mostró que las mujeres tienen
malestares físicos con mayor prevalencia, severidad e impacto en sus actividades.
Sin embargo, las regiones nortinas mostraron algunas particularidades propias:
tanto las personas que trabajan como aquellas que no tienen enfermedades
crónicas, padecen de estos dolores en mayor cantidad y severidad que en el resto
del país.
Uno de cada cuatro norteños padece algún dolor crónico. Así lo evidenció la primera versión
de la Radiografía del Dolor en Chile, un estudio pionero en el país realizado por el Centro
UC de Estudios y Encuestas Longitudinales (CEEL) y la Achs,
La encuesta, que se llevó a cabo entre marzo y mayo de 2023 a través de entrevistas
telefónicas a 3.012 personas mayores de 18 años de todo el país, indaga de manera inédita
la prevalencia del dolor crónico en la población nacional y permite, a través de datos
representativos, comprender e identificar la magnitud de un problema que causa pérdida de
salud y años de vida a nivel mundial.
De acuerdo a los datos, tanto a nivel nacional como en la zona norte son las mujeres
quienes más padecen de malestares físicos. En las regiones Arica y Parinacota, Tarapacá,
Antofagasta, Atacama y Coquimbo ellas tuvieron una prevalencia de 31% en comparación
al 22% de ellos. Además, lo experimentan con mayor severidad, un 19% presenta dolor
severo, poco más del doble que los hombres (9%).
David Bravo, director del CEEL, destaca que “Hasta ahora en Chile no contábamos con
información representativa sobre la prevalencia de dolor crónico para el total de la
población. Estos datos nos van a permitir dimensionar el problema y sus causas
relacionadas, así como también identificar el impacto que tiene sobre la calidad de vida de
la población”.
Otro punto a destacar por parte del Dr Juan Carlos Vélez, médico Jefe de Rehabilitación del
Hospital del Trabajador Achs Salud, fue el factor etario. “Esta primera versión del estudio
nos mostró que el dolor crónico aumenta progresivamente con la edad. En las regiones del
norte, vimos que solo los jóvenes de 18 a 24 años tienen una prevalencia baja, de 3%, y
luego aumenta de manera importante hasta superar el 34% entre las personas de 55 a 70
años y los mayores de 71”.

Particularidades de los nortinos
Las personas encuestadas de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y
Coquimbo mostraron ciertos aspectos que se diferenciaron del promedio nacional. Por
ejemplo, en cuanto a la situación laboral, los nortinos que trabajan mostraron la mayor
prevalencia y severidad de dolor crónico en el país. Un cuarto de las personas empleadas
(26%) dijeron sufrir malestar y uno de cada diez (11%) manifestó sentirlo de manera severa,
lo que fue mayor a las personas desocupadas (12% y 10% respectivamente); situación que
no se vio en las otras regiones consultadas. Cabe destacar que las personas inactivas -es
decir, que no tienen ni buscan trabajo- lideraron ambos índices con un 30% y 21%.
La situación previsional de las personas es otra variable de interés. En la zona norte, la
mayor proporción de personas con dolor crónico son aquellas sin ningún tipo de previsión
de salud, con 33%. Para quienes tienen previsión, un 27% de los afiliados a Fonasa señalan
padecerlo. La particularidad es que un 28% de quienes están afiliados a Isapres dijeron
sufrirlo, más del doble que el promedio nacional (13%).
Por último, la condición de salud de las personas muestra que quienes presentan algún tipo
de enfermedad crónica, como por ejemplo diabetes o hipertensión, manifiestan tener
malestar físico en mayor medida que quienes no las padecen. En el norte, quienes tienen
una enfermedad de base presentan este tipo de dolor en 30% de los casos y aquellos que
tienen dos o más en un 43%. En cuanto a las personas sin estas enfermedades, los
nortinos fueron los que lo sintieron con mayor prevalencia en el país, con un 21%,
¿Qué efecto tiene en el día a día?
El impacto negativo en las actividades de la vida cotidiana es uno de los efectos del dolor
crónico, ya que interfiere en tareas diarias, recreativas y laborales. En ese sentido, uno de
cada diez nortinos respondieron que afectaba su capacidad de trabajar, poder participar en
actividades recreativas, socializar y realizar actividades diarias.
El dolor impacta en mayor magnitud a las mujeres (17%) que a los hombres (7%) en sus
actividades diarias y, tal como ocurrió con la prevalencia y la severidad del dolor crónico, se
aprecia que el impacto de este es mayor en las personas inactivas en relación con los
ocupados.
“Estos resultados nos permiten comprender con mayor profundidad que el dolor crónico es
una realidad que afecta a un porcentaje muy alto de la población y que aún así no tiene la
visibilidad suficiente. Representando una de las mayores causas de pérdida de salud y años
de vida siendo sus razones muy diversas. Es crucial seguir dándole visibilidad y aumentar
los esfuerzos para su comprensión y tratamiento”, concluye Juan Carlos Velez, médico Jefe
de Rehabilitación del Hospital del Trabajador Achs.