“Operamos exitosamente a 209 personas pertenecientes a Fonasa”

  • El destacado médico internista Jorge Romero Evans, cuenta detalles desconocidos de la compleja búsqueda de pacientes de la región de Tarapacá que han integrado las Listas de Espera a la espera de un cupo para cursar sus intervenciones, sea en un establecimiento público o privado y sin costo para el cotizante.

Reposicionada desde 2018 ahora como RedSalud Iquique, esta conocida clínica regional fue desafiada por la pandemia a sumarse a los esfuerzos con que el Estado de Chile encaró la emergencia sanitaria. Sin embargo, de manera paralela a las políticas para contención del coronavirus, fue creciendo la Lista de Espera para Operaciones Quirúrgicas, situación que el Minsal tuvo que encarar mediante convenios con el sector privado durante el 2021 ya que los establecimientos públicos no daban abasto.

Bajo ese complejo escenario fue que “se intentó dar respuesta a los pacientes cotizantes de Fonasa y por esa vía nos sumamos primero a una estrategia implementada junto al Hospital Dr. E. Torres Galdames y, más tarde, se abrió la opción de realizar cirugías en nuestros pabellones y con nuestros propios equipos profesionales”, explica el doctor internista Jorge Romero Evans, Director Médico de esa institución privada que hasta hoy participa en esta cruzada.

El facultativo –satisfecho con los avances logrados por la inédita experiencia– cuenta que esa clínica fortaleció esta fórmula durante el 2022, y procedieron a darle respuesta a un conjunto de pacientes de Tarapacá con un esquema de trabajo que debía asumir el desafío no menor de ubicar a los potencialmente beneficiados, tarea que conlleva una gestión muy desafiante.

“Fonasa nos pasa primero una lista básica, sin depurar, con nombres y teléfonos de pacientes inscritos para ser contactados telefónicamente y nosotros debíamos establecer si ya se habían operado, si estaban vivos o no, si los datos estaban vigentes, si contesta o no el teléfono inscrito, etc. Todo este procedimiento se hace bajo un cierto protocolo preestablecido”.

Así fue como, con ese sistema de trabajo, el personal de la clínica privada se abocó durante muchas horas a ubicar a “a alrededor de unos 2.000 pacientes, de los cuales nosotros finalmente operamos de manera exitosa a 209 personas en un período de tiempo que va desde octubre del 2022 a marzo del presente año”, precisa el profesional.

HERNIA

Después de identificar el paciente “en espera” el paso siguiente es estudiarlo bajo criterios clínicos y médicos: “Se debe evaluar en ese momento si esa persona se va a beneficiar o no con una cirugía y un facultativo de nuestra institución debe evaluar si el riesgo en el procedimiento quirúrgico puede exceder al beneficio potencial”, debido a que por la edad, el paso del tiempo o condición de los usuarios una operación puede no ser todo lo eficaz que se proyecta: Estos pacientes son excluidos de la posibilidad de ser intervenidos y se le explica a cada uno de ellos las razones de fondo.

El doctor Romero Evans cuenta además que, las patologías que se atendieron en los pabellones de Red Salud Iquique fueron –entre otras–intervenciones que aquejan a los y las chilenas de manera recurrente, tales como son diversos problemas asociados a la vesícula, cálculos y también hernias.

Don Santiago Condori Cortes, 64 años, un jubilado la localidad de Matilla (Pica) es un buen ejemplo de esta última dolencia y quien compartió su testimonio con El Longino, agradecido de ser favorecido con una operación “que para mí fue totalmente gratuita, porque soy Fonasa, y estuve esperando como 5 años hasta que me llamaran, pero entendí que habían otras prioridades y el sistema público se saturó con el asunto del covid. Yo sabía que en algún momento me iban a operar y tenía que tener paciencia”.

En seguida señala que “me operé el 1 de febrero pasado y tengo que decir que, desde que me contactaron por teléfono, fue todo muy rápido. Primero fui citado para una evaluación después de tanto tiempo; me pidieron algunos exámenes que me hicieron en tiempo récord, también a cero costo, y luego pasé a pabellón”.

Respecto de los resultados, don Santiago no escatima elogios y agradecimientos: “Luego de operarme fui citado a control médico para evaluar y sacar los puntos de la hernia abdominal que tenía. Yo agradezco la atención porque mi problema era que esa hernia me dificultaba el caminar; sufría unos dolores terribles al hacer cualquier ejercicio o esfuerzo cotidiano. Todo eso ahora quedó atrás”, cierra, feliz con la experiencia que une a la salud pública con la privada.