Proteger y conservar los ecosistemas y biodiversidad, crear conciencia, defender los derechos
ambientales, y promover un cambio de comportamiento en las personas son algunos de los
objetivos que persigue la iniciativa “Gigante Ambiental: Por territorios sostenibles del norte de
Chile”. Se trata de un proyecto inserto en el fondo de fortalecimiento de organizaciones de
interés públicas que obtuvo el Club Adulto Mayor” Nueva Esperanza” de Iquique, y que están
ejecutando dos estudiantes de la UNAP: Paula Castillo, quien cursa el cuarto año de la carrera
de Arquitectura, y Matías Aguilera, licenciado de la carrera de Sociología.
El proyecto “Gigante Ambiental”, se encuentra instalado en la Plaza Gabriela Mistral de la
población Ramón Pérez Opazo de Iquique, y se ha desarrollado con el apoyo del Club Adulto
Mayor “Esperanza Nueva” y de su Junta de Vecinos.”
La iniciativa tiene una perspectiva social, ambiental, patrimonial y tecnológica, y cuenta con
un componente de innovación, ya que utiliza un material fotosintético denominado Photio que
usa nanotecnología de precisión, eliminando contaminantes del aire y capturando carbono
como lo haría un árbol durante el proceso de fotosíntesis, mediante un aditivo para pinturas y
asfaltos.
Este novedoso aditivo, inventado por el chileno Matías Moya, ya ha sido probado en otros
lugares del mundo y se encuentra inserto en la estructura del Gigante Ambiental, y también se
encontrará en los murales ecológicos que desarrollarán los estudiantes en conjunto con la
comunidad, donde vecinas y vecinos podrán colocar sus tapitas recolectadas en distintos
puntos de la ciudad, gracias a una alianza con el inventor del Photio que está apoyando a los
muralistas en acciones en pos de la descontaminación del aire.
El Gigante Ambiental también tiene una estructura accesible para niñas, niños y jóvenes, en el
sentido de que posee una altura adecuada para insertar las tapitas y también en sus brazos
tiene lenguaje Braille para hacerlo más cercano a las personas que no tienen visión total, sobre
todo porque trabajan con un grupo de adulto mayor y, en ese sentido, buscan hacer accesible
al reciclaje a las personas con capacidades diferentes.
Respecto al trabajo desarrollado, Nilda Cortés, del Club de Adultos Mayores “Esperanza
Nueva”, destacó que esta instancia ha sido un gran aporte para recuperar algo propio y
valorizar el medioambiente.
ACTIVISTA AMBIENTAL
“Nací en una zona de sacrificio como fue Chuquicamata, es difícil olvidarse de esa realidad
sobre todo cuando prácticamente nos exiliaron de nuestro territorio. Eso abrió una nueva
ventana en mi mente y me hizo tomar conciencia y a partir de ahí me fui metiendo en el tema
hasta llegar a ser una activista ambiental”, añade Paula.
Aclaró que la iniciativa surgió debido a que constantemente iban a limpiar la playa y se dieron
cuenta de la gran cantidad de tapitas plásticas botadas que eran masticadas por las aves, que
muchas veces morían ahogadas. Una problemática que se asemejaba mucho a lo que vio, hace
años atrás, en el río el Loa donde también generó en esa oportunidad con las tapas un mural
de una llamita.
“Se me ocurrió entonces la idea de mostrar el Gigante de Tarapacá como una manera de
rescatar el patrimonio de nuestra región y su identidad cultural. Un tema que considero es
trascendental, especialmente, si pensamos que no existe respeto por estos geoglifos que son
dañados continuamente por acciones del hombre, tales como el Rally Dakar que destruye
parte de este patrimonio y, por lo tanto, de lo que somos cada vez que se lleva a cabo”, dijo.
TENER CONCIENCIA
Nació así la idea de diseñar este Gigante Ambiental para que las personas de la región lo
conocieran y se identificaran con él.
“La idea principal era hacernos parte de la solución del problema de la contaminación y falta
de acciones de reciclaje, para lo cual es fundamental el tener conciencia del manejo de
nuestros residuos, ya que muchas personas no reciclan. La idea de este proyecto es que
personas se den cuenta de la importancia del reciclaje, de gestionar nuestros residuos para
dejar de contaminar, por lo cual queremos que vayan a depositar sus tapitas al Gigante
Ambiental. Esto ya que quienes reciclan muchas veces no tienen donde dejarlas y si pensamos,
por ejemplo, en el punto que está en la Zofri hay que tener en cuenta que las tapitas
recolectadas son derivadas a Santiago lo que genera una huella de carbono”.
Puntualizó que lo esencial es que las tapitas recicladas se gestionen de forma local y de
manera circular, motivando a las personas a participar en las jornadas de educación ambiental.
“Es en este contexto que hemos realizado un taller de cambio climático y reciclaje, donde
enseñamos las vecinas y los vecinos a reciclar; otra charla fue dictada por Matías Aguilera y
trató de diversidad y el cambio sustentable que tenemos que pensar en nuestro territorio, y
finalmente, el martes 12 de septiembre se llevará a cabo el taller es de Reciclaje de Aplicación
a las Tapitas Pet en la junta de vecinos Ramón Pérez Opazo”, explicó.
Resaltó Paula también que las tapitas plásticas son un recurso que actualmente está botado
en las playas y océanos, pudiendo gestionarse su utilización de manera más creativa e
innovadora.
“Nuestra idea es seguir despertando la conciencia de los iquiqueños y que al igual que el
Gigante Medioambiental seamos capaces de colocar otros murales ecológicos a lo largo de la
ciudad, por lo que invito a todas las personas a unirse en esta tarea y ser parte de los
cambios”, agregó.