Alto Hospicio lidera ranking de comunas con más afectados por campamentos

  • Último sondeo de Techo-Chile alerta que fenómeno de Alto Hospicio aumentó en términos de familias afectadas. A diferencia de otras regiones, acá el elevado precio de los arriendos sería la principal causa de un fenómeno que en Tarapacá afectaría más a chilenos que a migrantes.

Isabel Frías

Periodista U.C.

Históricamente, la región de Valparaíso es la que tiene numéricamente más personas viviendo en campamentos en Chile. Sin embargo, a la hora de hitos es Tarapacá la región que tiene una situación más crítica en relación a este tema dado que posee menos habitantes por un lado y, por tanto, tiene más gente afectada porcentualmente hablando.

De hecho, en todo Tarapacá viven actualmente más de 12 mil familias en tomas o campamentos, aunque estas familias se concentran mayoritariamente en la comuna de Alto Hospicio, tensionando la calidad de vida de ese lugar por la desproporción y capacidad de respuesta para ofrecer soluciones oportunas.

De manera simultánea, Hospicio tiene otra cualidad significativa que ensombrece el panorama regional: Hoy destaca como el municipio con más viviendas en campamentos de todo Chile, posición que alcanza tras contabilizar a la fecha 11.152 unidades.

Una prueba concreta del fenómeno se ejemplifica, para los expertos, en el campamento Alto Molle que –aun siendo antiguo– abarca 129 hectáreas y donde se levantan 4.686 edificaciones de material precario, las cuales se caracterizan por no tener acceso a los servicios básicos como alcantarillado ni tampoco servicios sanitarios formales, internet y suministro eléctrico.

FAMILIAS AFECTADAS

Estos datos son parte de un análisis más amplio que realizó para El Longino la investigadora Pía Palacios Guajardo, de la organización no gubernamental Techo-Chile, entidad que por estos días se encuentra compartiendo los resultados de un catastro nacional de campamentos donde se comparan los años comprendidos entre 2020 y 2022 en materia de vivienda informal.

En relación a ese período específico, la profesional reconoce que, a diferencia de Valparaíso y la Metropolitana, “el aumento de campamentos en Tarapacá durante el 2022 respecto del 2021 es prácticamente nulo. Lo que sí aumentó en un 44% fue el número de familias en esa condición”.

En otras palabras, no hubo expansión territorial de los asentamientos, pero sí de “los habitantes que llegaron a instalarse en alguno de los campamentos ya existentes”.

Asimismo –y aunque posee números menos llamativos, pero igualmente graves para la realidad habitacional de Tarapacá– la ciudad de Iquique se constituyó como la segunda área urbana más afectada por la problemática social y habitacional.

De ese modo, se estableció que en la capital regional “se concentran más de 1.700 familias que residen en uno de los 11 campamentos existentes. Esto es importante, afirma Palacios, porque se trata de una zona que no cuenta con mucho suelo para levantar estos asentamientos y esa es también razón de por qué la gente se desplaza hacia lugares como Alto Hospicio en busca de una solución a su problema habitacional”.

Sobre las causas de fondo sobre la cantidad de personas y familias viviendo en campamentos, Palacios Guajardo sostiene que no se puede desconocer “que existe una presión objetiva proveniente de población que ha migrado hacia Chile desde otros países latinoamericanos y por ello las familias extranjeras residentes en los campamentos locales corresponden a un 43% del total. Sin embargo, recalca, los habitantes chilenos siguen siendo predominantes y están sobre esos otros grupos”.

ARRIENDOS MUY ALTOS

De acuerdo a los investigadores del Centro de Estudios Techo-Chile, la cantidad de asentamientos precarios instalados a nivel de nuestra región supera con creces el fenómeno migratorio propiamente tal: “Algo más está pasando dentro de las ciudades (de Tarapacá) que está llevando a que los chilenos también se vean expulsados a vivir en campamentos y llama la atención que –al ser consultados– ellos destacan sobre todo el alto costo de los arriendos como causa principal”.

Según esta geógrafa especializada en asuntos urbanos, la carestía de los “canon” de arriendo supera la media alcanzada a nivel nacional: “Estamos hablando que un 74% de las familias indican que obedece al elevado costo de los arriendos en el resto de Chile, pero en Tarapacá este porcentaje se sitúa en el 90,5% seguido de los bajos ingresos”.

Dicho de otra manera, el motivo de la instalación en campamentos en Tarapacá apuntaría a una variable básicamente económica y de bajo poder adquisitivo.

“Cuando nos preguntamos de dónde vienen las familias –agrega– que “la mayoría de ellas viene del mismo barrio o de otro barrio de la misma comuna y esto lo encontramos en más de dos tercios de las observaciones hechas en nuestro sondeo por la gente afectada”.

La especialista enfatiza que, contraria a la idea generalizada de que las familias llegarían a vivir directamente desde otro país a un campamento, solo un 6% de los encuestados lo menciona “y eso quiere decir que esas familias primero buscaron una solución formal que no fue posible concretar”, apunta Palacios.

Techo-Chile también pone de relieve la existencia de precios abusivos en materia de arriendos, tanto a extranjeros como a nacionales porque –además– en el 72% de los casos se lotean los asentamientos sin mediar ningún pago.