Industria del papel y packaging enfrenta una crisis de biodiversidad

La consultora internacional revela qué están haciendo las empresas para lidiar con este problema
global, y entrega una guía de pasos clave para construir una estrategia efectiva que les permita
disminuir su impacto negativo en el medio ambiente.
La pérdida de biodiversidad no es sólo una amenaza para la naturaleza, sino también para la
economía: según estimaciones del Foro Económico Mundial (FEM), su disminución podría poner
en riesgo 44 billones de dólares, una cifra que representa más de la mitad del PIB mundial. A ello
se suma una encuesta reciente del WEF, donde los expertos en riesgos globales clasifican la
pérdida de biodiversidad y los riesgos ambientales asociados, como el cambio climático, como las
amenazas más críticas para la economía global en la próxima década.
Considerando este escenario, Bain & Company dio a conocer su nuevo reporte sobre la industria
de papel y packaging, donde expone que esta industria contribuye en gran medida al deterioro de
la biodiversidad, y que solo un número reducido de empresas están tomando medidas para
evaluar dicho impacto: de un universo de 100 organizaciones papeleras y envasadoras
entrevistadas por la consultora, sólo el 22% declaró haber evaluado el efecto de su cadena de
valor sobre la flora y fauna, mientras sólo el 31% dijo haber tomado alguna acción para avanzar en
los compromisos relacionados con el cuidado del entorno.
Sin embargo, en el lado positivo, cerca del 45% de los encuestados tiene previsto empezar a
evaluar su impacto sobre la biodiversidad en los próximos dos años y el 35% de ellos tiene entre
sus planes actuar.
Otro camino que han tomado algunas de las empresas líderes del rubro en pos de proteger la
biodiversidad, tiene relación con recurrir a prácticas forestales sostenibles, aumentado la
proporción de materiales reciclados y reutilizados para atraer a clientes cada vez más preocupados
por reducir el impacto que genera esta cadena de suministro en la naturaleza. En la misma línea,
también están desarrollando envases innovadores que les permiten dirigirse a nuevos mercados
con una menor huella de carbono.
Enfoque estratégico: ahora es cuándo
Bain plantea que para que las compañías ligadas a la industria de papel y packaging concretar una
estrategia de biodiversidad, es necesario que implementen un enfoque estructurado que
considere 4 pilares fundamentales.
Lo primero, explica Marcial Rapela, socio y responsable de Bain & Company en Chile, es “analizar
cómo nuestras actividades afectan a la flora y fauna y compararlo con nuestras acciones actuales.
Colaborar con partes interesadas para detectar necesidades y oportunidades. Aunque medir el
impacto en el ecosistema es complejo, herramientas como la Biodiversity Risk Filter de WWF
pueden ayudar a empresas e instituciones financieras. Se necesita más colaboración en toda la
cadena de valor”.
Desde la consultora también recomiendan establecer metas y objetivos basados en futuros
escenarios y posibles beneficios financieros, identificando dónde y cómo aprovechar el valor

potencial de la biodiversidad y tomando acción para llevar a cabo las transiciones identificadas. A
esto se suma la utilización de marcos existentes para establecer objetivos, alinear las metas con
esfuerzos de sostenibilidad más amplios y comunicar los resultados a todas las partes interesadas.
Un tercer ámbito será iniciar acciones de transición y preparar a la organización para su expansión
mediante facilitadores adecuados, colaborando con reguladores, inversores y consumidores para
reducir presiones y así aprovechar oportunidades comerciales y crear una hoja de ruta flexible.
Finalmente, la consultora plantea realizar un enfoque a largo plazo a través de la identificación de
“microbatallas” (proyectos piloto más pequeños) para acelerar resultados. “Aquí se requerirán
habilidades y estructuras completamente nuevas para impulsar el cambio, y la dirección debe
asumir un papel activo en la gestión de la biodiversidad en lugar de externalizarla a expertos en
sostenibilidad. La colaboración de toda la cadena de valor es esencial, no limitándose a
subcontratar responsabilidades”, comenta Rapela.